No controles mi forma de... ¡controlar!

¿Realmente necesitamos controlar todo? ¿Qué tan negativo es el control?... ¿Qué tan perfeccionista eres?

Todo lo que voy a exponer de ahora en adelante es solo mi opinión y tienes todo el derecho de no estar de acuerdo, ni pensar como yo.

En la publicación anterior hablamos del perdón y lo importante que es perdonarnos a nosotros mismos para dejar ir personas y situaciones que nos mantienen atascados. Por lo que creo que hay que escudriñar un poco más en ese tema, ya que hay una emoción que está ligada al mismo. Esta emoción es el control. 

En el aprendizaje que emprendimos espiritualmente, ¿Qué papel juega el control?

Bueno, la sociedad nos enseña a ser competitivos, a evitar a toda costa perder. Nos lleva por el camino de la perfección. Y vamos por la vida buscando "ser mejores", controlar cada paso que damos para no equivocarnos, para no perder el tiempo, para no fracasar. 

Esto que genera, que siempre nuestro ser este en el modo de: ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo voy a lograr eso? Me tengo que adelantar a lo que viene.

El detalle es, que esa misma sociedad, no nos enseña que somos seres humanos, totalmente imperfectos, que damos pasos en falso y que, realmente nos equivocamos y entonces vamos por la vida topando con pared. Y desde muy temprana edad nace la "necesidad" de anticiparnos, de controlar el futuro para poder vivir el presente. Esto lo que hace es crear personas ansiosas que viven estresadas por un futuro que no existe.

Estamos tan acostumbrados a esta forma de vida que a los resultados positivos que logramos los llamamos "éxito", pero no nos damos cuenta que pagamos un precio, ya que, como mencioné anteriormente buscamos esos logros dando traspiés, angustiándonos, interesándonos, presionándonos, enfermándonos físicamente, deprimiéndonos cuando no lo obtenemos en el tiempo que deseamos... en fin, siendo humanos.

Pongámonos a pensar: el control no es malo, lo que lo vuelve negativo es cuando toda nuestra vida gira en torno a él. Y entonces no solo queremos controlar nuestros resultados sino que también queremos controlar el de todo lo que nos rodea (estudio, profesión, oficina, tráfico, clima, opiniones, pensamientos, sentimientos, sensaciones, de pareja, hijos, padres, primos, tíos, amigos, etc.) porque ese miedo tan grande a perder, a sentirnos rechazados nos hace creer que todo debe girar a nuestro alrededor y que si algo de eso no funciona como nosotros esperamos, pues no sirve, nos atrasa, nos bloquea el camino hacia el éxito.

Por naturaleza tendemos a minimizar la incertidumbre, y eso no está mal, ¿quién no ha hecho una lista de pros y contras?, ¿quién no ha pedido opinión a alguien que ya pasó por donde voy a pasar? el problema es cuando hacemos de esto una constante y nos volvemos rígidos y hacemos del control una herramienta de seguridad, por consiguiente, dudamos de todo lo que no sepamos como va a terminar. Entonces no tomamos decisiones por si no salen como esperamos, no establecemos nuevas relaciones por si finalmente nos decepcionan, no delegamos tareas por no estar seguros de si serán bien ejecutadas, y hablando más espiritualmente, no perdono porque no sé qué tanto va a cambiar mi forma de pensar, mi forma de sentir... mi forma de controlar mi mundo.

Pero, ¿cómo minimizo el control? Primero haz un examen exhaustivo de ti... ¿qué tanto miedo le tienes al rechazo, a perder, al abandono, al sufrimiento, al fracaso, a la enfermedad, a la vejez, a la muerte, a perdonar?  Eso es conocerte... Una vez que te reencuentres, acéptate con todos tus miedos, porque eres un ser humano y los seres humanos tenemos dones y desaciertos, luz y sombra, a veces somos buenos y a veces somos malos.  Eso es parte de nuestra esencia, porque nada de eso es lo contrario de lo otro, sino que es una misma esencia que compone un yin y un yan... Por ejemplo, si te fijas en el símbolo el yin y el yan no están separados, sino que están juntos y los dos forman una unidad... Eso somos, una unidad con nuestros miedos y nuestros valores.

Hasta ahora no ha existido un ser humano que no tenga miedos (ni Jesús en su paso por este planeta estuvo exento de eso).

Cuando nuestros éxitos son reales, son completos, van acompañados del amor.  Sin perfección, sin miedos excesivos, sin control.  Sólo fluyen porque son el resultado de una persona equilibrada física, mental, emocional y espiritualmente.

Mi recomendación... Para dejar de controlar, medita. Medita para tener más compasión, para reconocer tus miedos, para sanar, ser más humilde, para conocerte y reconocer tu luz, para aceptarte y, cómo hasta ahora te he dicho, busca ayuda.  Cómo dice Odín Dupeirón: Al ser humano deberían enseñarle que la canasta básica está compuesta por huevos, leche y TERAPIA.

Y, como siempre, agradezco infinitamente que me acompañes, que sigas conmigo... Pido al Creador que siempre te llene de hermosas Bendiciones y que te de la fuerza que requieres para aceptarte cómo eres.

Lo siento, perdóname, te amo... ¡gracias!

Resultado de imagen para soltar el control


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Drama

Reconoce tu Vací@

Edúcate