Dios...

¿Cómo confiar en quien no veo? ¿Cómo confiar en lo que no veo?

Dios... según el diccionario:

Dios es el ser supremo al que las religiones monoteístas consideran como creador del universo.

En nuestra cultura, todos o la mayoría de nosotros, hemos crecido bajo este concepto.  Dios, ese ser universal, sobrenatural, omnipresente (que está en todas partes), omnipotente (que todo lo puede) y omnisciente (que todo lo sabe) que nos cuida y protege, que nos regaló esta vida tuya y mía, pero ¿para qué? 

¿Alguna vez te has preguntado, para qué Dios creó al primer hombre?

Creo, según mi criterio, que la respuesta es muy simple... por Amor.  Imagino que quiso expandir la cantidad de Amor que es capaz de generar en una entidad libre de tomar decisiones y vulnerable a su estadía aquí, para que creciera espiritualmente.

Pero, ¿porqué el planeta está hundido en miseria y dolor?  Porque así nos hemos criado nosotros.  Nos escudamos bajo el libre albedrío otorgado para sólo pensar en nosotros. Nada de lo que vivimos actualmente es culpa de Dios, todo es gracias a la ignorancia divina en la que preferimos vivir.  Defendiéndonos unos de otros, para luego quejarnos por nuestra "mala suerte" y latiguearnos internamente con el "¿si yo no le hago mal a nadie, porqué no puedo ser feliz?".  Bueno, ¿seguro que no has hecho mal a nadie? ¿A cuanta gente has criticado sin saber por lo que han pasado o están pasando? ¿A cuanta gente has envidiado solo porque tú crees que están mejor que tú? Para no ir muy lejos, ¿cuántas veces has juzgado a tu pareja, tus hijos o al resto de tu familia sólo porque no cumplen con tus expectativas? ¿conoces sus miedos más internos? ¿sabes qué los hace dudar? ¿sabes de qué se defienden? Entonces, si juzgas a la gente que amas, que son más allegados a ti... ¿Qué nos toca al resto?  Y no te he preguntado por tus miedos, tus dudas, tu necesidad de defenderte.

Ok, ya aclaramos parte de la posición actual de la humanidad.  ¿Qué papel juega Dios en todo esto?

Alguna vez le has dicho a tus hijos o te han dicho como hijo:  No importa lo que hagas, yo siempre voy a estar aquí para ti, sabiendo que, a lo mejor, no los vas a poder ayudar o no te van a poder ayudar... bueno, ese es el papel de Dios.

Que te des la oportunidad de sentir su amor, de sentirte acobijado, seguro, confiado, pero dejándote tomar tus decisiones.  ¿Porqué? Ponte a pensar, ¿cuál sería el chiste de estar aquí? Imagínate el panorama... una legión de ángeles siguiendo a cada ser humano frenando casi todos sus pasos, todas sus equivocaciones... ¿crees que realmente serias feliz? ¿cuáles serían tus aprendizajes? ¿no crees que viviríamos aun con más miedo? ¿sabes cuantos porqués habría en tu cabeza si no hubieses podido experimentar las cosas que has hecho al día de hoy? Cierto, tendría sus ventajas, pero ¿crees que tu crecimiento espiritual sería el mismo?  ¿Amarías a un Dios que no te permitiera aprender de tus experiencias?

Al darnos libre albedrío, Dios renunció a corregirnos, porque supo que no serviría de nada, ya que se dio cuenta que somos seres independientes, que generamos un sinnúmero de emociones buenas y malas que debemos experimentar para poder crecer, por lo que nos dejó aprender de ellas y madurar como almas.  Más eso no quiere decir que nos abandonó.

Cuando tomamos la decisión certera de sentir su amor, lo hacemos.  Cuando queremos nos podemos acercar emocional, mental y espiritualmente a Él.  Cuando nos dejamos podemos ser guiados por su amor, pero, como dije, esa es nuestra decisión.  Y sin importar lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, cuando decidimos dejar el ego a un lado y nos acercamos a Dios, nuestro mundo es otro.  Lo que sea que nos rodee lo vemos a través de sus ojos y el panorama se abre a nuestros ojos del alma y encontramos las respuestas, no a lo que queremos sino a lo que necesitamos para evolucionar.

Dios es Amor... eso nos han dicho a todos en algún momento.   Permítete comprobarlo, sin miedo.   Deja a un lado al dios castigador y confía en ti, en el amor que puedes permitirte sentir de Él y demostrarle.   ¿El método para hacerlo?  Esa es tu decisión, yo sólo te aliento a que sea constante.

Dios va a estar donde tú quieras que esté, Dios va a hablarte cuando tú lo decidas, Dios te escucha siempre, eres tú quien decide cuando escucharlo.

No considero a ninguna religión la "elegida" pero tampoco creo que alguna esté mal, ya que, somos nosotros los que decidimos el método de acercamiento a Dios y somos nosotros los que aceptamos las "reglas" que cada una de ellas enseñan y la forma en que nos presentan a Dios.   

Somos nosotros, dentro de nuestro libre albedrío, los que creamos a las religiones, por eso todas son tan diferentes y tan iguales, incluso hay partes del mundo en las que ninguna religión ha llegado, pero eso no quiere decir Dios no esté presente.

Muchos de nosotros hemos aprendido o por lo menos hemos escuchado que "Todos somos uno".   Eso viene del aliento divino que recibimos al nacer.  Ese aliento, que viene de Dios, nos hace UNO con Él, y ese aliento es Energía Divina del Creador, que nos conecta a todo y a todos, sea cuales sean tus creencias, sea cual sea tu religión... creas o no creas en Dios.

Es por esto corazón, que te invito a permitirte conocer más a Dios.  Encuéntralo todos los días dentro de ti, pero también afuera, en las personas que te rodean, en las situaciones que vives, en tu alegría y tu dolor, porque Él no genera lo que vives, él está para acompañarte en todas las situaciones que vives, no para solucionarlas, sino para darte el norte para que seas tú, quien, a través de Él encuentre su camino, su crecimiento espiritual y llenarte de confianza, amor incondicional y fuerza para que puedas avanzar.   Él está para que te apoyes emocionalmente en su amor.

Pido al Creador que multiplique diariamente tus bendiciones, que te acompañe siempre y que siempre tengas la certeza de que Él está siempre para ti.

Muchas Gracias por acompañarme.

LO SIENTO... por las memorias de dolor que comparto contigo.
PERDÓNAME... por haber unido mi camino al tuyo para sanar.
TE AMO... por ser quien eres.
GRACIAS... porque estás aquí para mí.

Mirtha Vásquez

CONFÍO Y FLUYO CON EL PLAN DIVINO



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Drama

Reconoce tu Vací@

Edúcate