¡Cree en ti!
Sea lo que sea que estés viviendo, cultiva tu amor por ti, confía en ti, porque esa es la más grande expresión de Amor a Dios. No estoy hablando de ese "amor propio" que nos ha inculcado nuestra cultura. Esa es una emoción egoísta que nace del ego. Esa que se aprende compitiendo con todo el mundo, en el que sólo demuestras que te amas si eres “un ganador en el ámbito material”. No hablo de ese amor que aprendemos a cultivar escondiendo nuestras verdaderas emociones, nuestro dolor, disfrazando nuestro verdadero yo, ocultando nuestros miedos y enmascarándolos de fuerza, de una falsa credibilidad y una débil confianza. Ese falso amor propio nos hace críticos y juzgadores, porque el ego nos hace creer que sólo nosotros tenemos la razón, que sólo a nosotros nos hacen daño, que sólo nosotros sufrimos, que la gente a nuestro alrededor quiere vernos padecer, así sea nuestra familia. Criticamos a todos y a todo y nos ocultamos en la creencia de que son ello...