¿Estás listo para el Cierre?
Este mes,
para la humanidad, es muy importante.
Es al mes que le damos el valor de reconciliación, compasión, amistad,
amor. Es el mes que nos hace planear y
pensar en el futuro. El mes que nos
invita a hacer recuento de
los 11 meses anteriores y cerrar ciclos.
¿Te has
puesto a pensar lo estresante que es dejarle sólo a unos días la organización,
planificación, dirección y control de tus deseos por cumplir de todo un año?…
solo unos días para recapitular lo que hemos hecho los 325 anteriores e “intentar”
corregir lo que se pueda ¿Ya te viste comiendo desaforadamente 12 uvas
deseando, como siempre: amor, dinero, salud, y pariendo mentalmente para
imaginar que más pedir antes de que se te acabe el tiempo? En serio, ¿le ves
lógica?
No es malo
hacer cierres en diciembre, pero ¿Por qué esperar 11 meses para solucionar
nuestra vida, para soltar, para ver hacia el futuro?... Si vivimos el presente,
esto será mucho más sencillo.
Vivir en el
presente implica estar conscientes y ser responsables de todo lo que acontece
en nuestra vida. Dejamos a un lado el victimismo
y el drama para dar paso al conocimiento de uno mism@, a la aceptación de los
demás y a vivir mis experiencias como aprendizajes y no como pruebas. Eso significa que, vivir en el presente, es
quitarle el valor excesivo que le damos al miedo para empezar a vivir en Amor
Incondicional, y… ¿Qué es el Amor Incondicional? Pues, Amor sin
condicionamientos, sin reglas, sin “doy y espero que me devuelvan”.
¿Qué tal si
este año nos proponemos vivir en el presente los próximos 365 días? ¿Qué tal si
dejamos a un lado el estrés de pensar en el futuro y pedir “deseos” apresurados
y hacemos un hermoso cierre donde tomemos consciencia de los miedos que nos han
bloqueado nuestro crecimiento personal (físico, mental y espiritual) para
dejarlos atrás y cambiarlos por amor incondicional? ¿Qué tal si celebramos el presente? ¿Qué tal
si, a parte de limpiar nuestra casa para recibir el nuevo año, también nos
proponemos limpiar nuestra mente y corazón de rencores, odios, recelos,
sufrimiento, represión, ideas, pensamientos, sentimientos y creencias que nos
generen miedo?... ¿Qué tal si nos proponemos sanar nuestro espíritu, para que
baje la ansiedad y la depresión? ¿Qué tal si nos proponemos conocernos y
aceptarnos tal cual cómo somos? ¿Qué tal si nos proponemos no esperar nada de
nadie, soltar el apego, dejar a un lado el ego?... ¿Qué tal si, por un año,
dejamos de autoengañarnos? Si nos funciona, para los que vienen, seguimos con
el mismo método.
Y qué tal
si, además de proponernos todo esto, ACCIONAMOS y, realmente, buscamos los
caminos para lograrlo… aprendemos a meditar, vamos a terapia, conocemos
nuestros miedos y les quitamos ese valor tan grande que le hemos ido dando a lo
largo de nuestra vida… ¿Qué tal si nos amamos?
Repito cariño, no es difícil, solo
toma la decisión de vivir en Amor
Incondicional.
Como siempre, es un
placer que nos encontremos semanalmente en este camino que recorremos juntos en
Amor Incondicional.
Nos leemos la próxima
semana.
LO SIENTO... por las memorias de
sufrimiento que comparto contigo.
PERDÓNAME... por haber unido mi camino
al tuyo para sanar.
TE AMO... por ser quien eres.
GRACIAS... porque estás aquí para mí.
Mirtha Vásquez
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